Por Sandra Gutiérrez Alvez
Amante de la poesía, y de las costumbres de nuestro campo, Estanislao dedicó gran parte de su obra a este subgénero demostrando no solo el dominio de la técnica sino también del lenguaje gauchesco, ya en extinción. Por ello su obra es de gran valor poético y antropológico cultural.
Este poeta, nacido en Cochengo, Canelones y criado entre los surcos del sembradío, oliendo a campo, se fue haciendo de sus ilusiones, sus pasiones, y se trasladó a la ciudad donde desarrolló su vida, como hombre, como padre, como trabajador, como poeta, vinculándose en círculos de poesía y música. Y aunque su temática es muy amplia, se destaca en su obra todo la influencia de esa niñez en el campo y de la lectura y aprendizaje de los maestros de la poesía criolla.
Hoy recordamos "Los Churrinches"
El pañuelo negro
Estanislao Riera
No me llame el ojo mi pañuelo negro
qu´este me lo saco nomás cuando quiero.
Pero defeculto me lo arranque un día
al luto cerrao que´n mi pecho escuendo.
Nu´ay cuidao al filo...,mire que no vengo
a mentar disgracias en este atregüero
ande se aventilan las penas livianas
y pocos amuestran las de más adentro.
Mi dolor es mío y con él me quedo,
y no lo arrimedia vaso más o menos.
¿Sabe?, soy un hombre que ha querido mucho...
Y pa qué amolarle, ¡sirva otra pulpero!
Que´l color que tiene mi pañuelo al cuello
viene di´un costumbre antes que por duelo.
El luto di´a veras lo tengo en el alma,
y ese...¡yo solito sé por qué lo llevo!
Los churrinches /2010