Al ombú Estanislao Riera
-El canto que le debía-
Casi siempre apostado en la cuchilla,
casi siempre de porte centenario
un ombú, casi siempre solitario,
como un fraile, extraño y de rodillas.
De sus patrios confines vigilante,
en la brisa de las auroras rojas
se creía oír pasar entre sus hojas
melodías de una guitarra errante.
Y tal vez…, y tal vez tuvo, debajo,
el paisano, el santuario de una choza
do cantó y oyó el canto de su moza
suspendido hasta hoy en cada gajo.
Por cada cicatriz alguna historia
de amor, o de un sufriente de la vida
que herido, le dejó su propia herida…
y de quien le plantó, ya no hay memoria.
Cuántas veces prestado habrá su sombra
A errabundos, igual que yo, cansados…
¡cuántas prosas de amores olvidados
y de penas que ya ninguno nombra!
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